El nuevo año puede significar nuevos comienzos y muchas veces aprovechamos para plantearnos metas a cumplir. Sin embargo, puede que las metas que ponemos sean poco realistas o abrumadoras y que en vez de motivarnos, nos intimiden.
¿Cuántas veces no te ha pasado que cada inicio de año te pones como propósito: bajar de peso, no faltar al gym, comenzar la vida “fit” y bueno, te das oportunidad de que termine el famoso “Guadalupe-Reyes” y ahora sí en enero con TODO.
¿Qué es lo que pasa si hacemos eso?
La motivación comienza a tope, además de que por todos lados te bombardean que enero es un buen momento para demostrarte que sí puedes, que tu mente le puede ganar a las excusas. Te saturan de mensajes por donde sea de unirte a algún reto, iniciar algún detox o incluso nunca falta la apuesta con familiares o amigos de a ver quién baja más de peso, es un mes donde generalmente después de día de reyes, bajan los eventos sociales y da oportunidad a que todo mundo se concentre en el inicio de sus propósitos.
Comienzas CON TODO y “con todo” incluye cortar el consumo de carbohidratos, hacer un detox de azúcar, cansarte de manera monumental en el gimnasio por quemar más calorías. Sin embargo, pasan dos semanas y la motivación continúa, pero poco a poco todo ese bombardeo de motivación que tienes por todas partes se va esfumando, van regresando los eventos sociales, los cumpleaños, y así es como tu propia motivación va terminando, aparecen pensamientos de culpa y conductas compensatorias para “no arruinar” lo que has logrado.
Y así sin darte cuenta quizá llevas años en este ciclo sin fin..
No te lo recomendaría para que logres salir de ese ciclo, para que te des la oportunidad de trabajar con un propósito a la vez. Imagina cambiar el propósito de bajar de peso por un propósito más concreto y a corto plazo como “voy a caminar más”. Comenzarás con pequeños pasos para dejar el coche más lejos cuando vayas al súper, para evitar tomar el coche cuando necesites ir a lugares de distancia corta, darte un respiro en el trabajo y salir por tu colonia a caminar escuchando música, con tu mascota o simplemente disfrutando de la tarde.
Sin darte cuenta este cambio que harás a corto plazo se podrá convertir en un hábito que tengas como parte de tu día a día.
Otro ejemplo podría ser cambiar el no faltar al gym y comenzar por darte permiso de saber que puedes cambiar de actividad tantas veces sea necesario. Parte de no ser constantes en el gym es porque no siempre tenemos ganas de la misma actividad. Si inicias sabiendo que puedes disfrutar de diferentes actividades donde pongas tu cuerpo en movimiento, todo cambiará, habrá días que disfrutes de las pesas, otros de sólo cardio, algunos donde quieras meterte a diferentes clases y sin darte cuenta serás constante en el movimiento de tu cuerpo.
Haz de Enero y todos los meses del año tus mejores aliados para sentirte más feliz y Plenna con tu vida.
Recuerda que aquí tienes un espacio para sentirte escuchada y establecer pequeñas metas que te ayuden a lograr esa plenitud que tanto mereces.
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