La última línea de la aclamada película de Barbie nos recuerda que algo tan normal pero tan importante que hasta Barbie lo realiza es ¡ir a tus consultas ginecológicas!
Si todavía no has visto la película de Barbie, ¿¡Qué esperas!? En este artículo habrá spoilers así que sigue leyendo bajo tu propio riesgo!
La película dirigida por Greta Gerwig ha arrasado en las taquillas de todo el mundo por su brillante estrategia de mercadotecnia pero, más importante, por el mensaje que transmite a su audiencia. Llena de tintes feministas y un humor muy inteligente, la película navega la vida de una Barbie, llamada “Barbie estereotípica”, cuando tiene que ir al mundo real porque está teniendo pensamientos de ansiedad, tristeza e incluso muerte (pensamientos que sabemos que son muy humanos).
La película ha sido aclamada por la experiencia femenina con la que tantas mujeres y personas se pueden identificar. Está plagada de referencias a las muñecas, tomas fantásticas y llenas de color y una historia bien desarrollada. El discurso que hace América Ferrera sobre las expectativas que se le imponen a las mujeres sobre su aspecto físico pero también su personalidad es algo que ha resonado con muchísimas mujeres. Podríamos hacer todo un artículo al respecto (y tal vez lo hagamos!) pero hoy nos queremos enfocar en otro aspecto de la película que ha llamado mucho la atención: la última línea.
Después de salvar Barbieland del patriarcado pero también enfrentarse a que las Barbies no son un estándar al que las mujeres deben aspirar, Barbie decide vivir su vida como humana, y a pesar de que la película parece indicar que Barbie irá a una entrevista de trabajo, qué mejor experiencia para reflejar su humanidad y camino a la feminidad que ir a la ginecóloga!
Esta culminación de la película es importantísima porque normaliza ir a tus chequeos médicos tanto que hasta Barbie sabe que debe hacerlo! Con este mensaje, se entiende que revisar tu salud ginecológica es una parte integral de tu salud. La directora Greta Gerwig comentó sobre esta escena que además de ser un chiste increíble con el cual demostrar la humanidad de Barbie, también fue muy intencional ya que ella de joven se sentía avergonzada por su cuerpo, y sentía que debía esconderse.
Al llevar a Barbie, tan hermosa, radiante y segura de sí misma, a una visita con la ginecóloga, la directora buscó que las niñas (y mujeres de cualquier edad) pensaran “si Barbie lo hace, por qué yo no?”
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