Embarazo
October 4, 2024

¿Puedo tener relaciones sexuales si estoy embarazada?

El embarazo es un período crucial en la vida de una pareja, durante el cual los cambios que experimenta la mujer gestante afectan, transforman y modifican todos los aspectos de su ser biopsicosexual.

¿Puedo tener relaciones sexuales si estoy embarazada?

Existen estudios que demuestran prácticas muy dispares, desde varias tribus que restringen la actividad sexual por temor a que el esperma ciegue o hiera al embrión, hasta otras civilizaciones (los chukchees y los azandas), que las fomentan porque creen que el embrión es   líquido que debe ser solidificado y nutrido por el esperma.

Los efectos del embarazo sobre las funciones y sensaciones sexuales no son uniformes, para algunos la gestación puede ser un período de mayor conciencia y goce sexual, en cambio otras mujeres no notan cambios, o experimentan disminución de sus deseos sexuales. Se reportan algunos cambios como por ejemplo la disminución del interés sexual del hombre al final del embarazo, o incluso antes, de forma involuntaria y sin razón consciente, con excepción del miedo a dañar físicamente al feto o a la mujer.

Existe el mito de que las mujeres no sienten deseos sexuales durante el embarazo. Esta época suele ser descrita como una época de beatitud, se figura que el embarazo es un estado asexuado y paradisíaco para ella, donde será muy difícil expresar deseos sexuales, y esos meses pueden convertirse en un árido desierto sexual.

Por lo que es importante saber que en una gestación normal (siempre que no existan evidencias de infección genital, problemas de placenta, amenaza de aborto o parto pretérmino entre otros) se puede mantener la actividad sexual.

Lo que sí habrá será cambios en el nivel de comodidad y de deseo sexual. Es normal también que durante el embarazo se experimente hipersensibilidad, ya que se presenta un aumento de sangre en los genitales que hace que sientan más placer. En estos momentos es importante buscar posturas que sean cómodas y prácticas que no conlleven riesgos, como la masturbación o el sexo oral y dejar fluir la creatividad para encontrar el placer y la comodidad mutuos.

¡Es importante que los papás sepan que la actividad sexual no afectará al bebé siempre y cuando no se tenga un embarazo con complicaciones!

Por ello, se debería de detallar y de informar sobre las diferentes formas de disfrutar de la sexualidad y cómo adaptarla a las nuevas necesidades durante las distintas fases de la gestación. Así la mujer embarazada podría decidir cómo quiere disfrutar de su sexualidad sin miedos ni ideas preconcebidas.

¡Claro que podrás seguir disfrutando del sexo durante el embarazo! Pero ten en cuenta que a medida que crece tu pancita, quizás tengas que probar nuevas posiciones, o adaptarlas.

¿Cuáles son los beneficios del sexo en el embarazo?

Aparte de hacer el amor por pura diversión, aquí tienes otras posibles ventajas de la actividad sexual durante el embarazo:

  • Te mantendrás activa: El sexo quema calorías, y podría ayudarlos a ti y a tu pareja a permanecer activos y mantenerse en forma.
  • Tendrás mejores orgasmos: Durante el embarazo, aumenta el riego sanguíneo hacia la zona genital, lo cual muchas veces produce mejores orgasmos.
  • Te sentirás más feliz: El orgasmo libera endorfinas, que te harán sentir más contenta y relajada.
  • Se fortalecerá el apego con tu pareja: Una vida sexual saludable durante el embarazo ayuda a mantener una fuerte conexión emocional.

Comunícate con el profesional de la salud si no está segura de si las relaciones sexuales son seguras en su caso en concreto. Así mismo, si notas síntomas inusuales después de mantener relaciones sexuales, como dolor, sangrado o pérdidas vaginales, o si sus contracciones parecen proseguir después de concluir el coito.

Comparte tus necesidades y preocupaciones con tu pareja de una manera abierta y amorosa. En el embarazo se puede tener más ganas de tener relaciones o no tenerlas en absoluto. Las dos situaciones son normales y no debes preocuparte. Es importante escuchar al cuerpo y comunicar con la pareja las dudas y los miedos.  Si el sexo no resulta placentero, se pueden dar masajes, besos y abrazos.

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