¿El ego es malo? ¿Me convierte en una persona egoísta? Una persona que piensa en ella, en todas y cada una de las decisiones que toma NO es una persona egoísta.
Durante una sesión de terapia, hablando con una consultante, me dice: “no sé si fue el ego o qué pasó, pero no quise que él volviera a hablarme, ¿soy muy egocéntrica por no dejar que se disculpe?” En ese momento pensé, ¿qué tanto sabemos del ego y cómo podemos identificar entre un ego “saludable” y uno que “nos causa daño”?
La definición de ego tal como lo conocemos hoy en día fue formulada por primera vez el 1923 por Freud en su obra El ego y el ello. En muchas ocasiones nos referimos al ego para señalar la excesiva valoración que tiene una persona hacia sí misma. En realidad, el ego es, para la psicología, la forma por la cual el individuo se reconoce como individuo y es consciente de su propia identidad.
Freud estableció la definición de ego como la parte más racional y realista de la mente humana. Por lo tanto, nuestros egos se preocupan por el deseo de alcanzar el placer y buscan una estrategia que se adapte a los valores morales y éticos de la sociedad para alcanzarla.
El ego es la parte de nosotrxs que nos ayuda a mediar entre nuestros deseos y la forma de conseguirlos de acuerdo con nuestros propios valores.
En el lenguaje coloquial, se suele hacer referencia el ego como exceso de autoestima, una persona egoísta se usa para hacer referencia a todo individuo que no sólo tiene un amor excesivo por su propia persona, sino que además esto le hace estar en todo momento pendiente de su propio interés sin tener en cuenta el de las demás personas que le rodean.
Para saber si estás siendo dominada por el ego, es importante hacer un autoanálisis. Como hemos dicho, tener ego es vital para nuestro equilibrio mental, pero cuando este nos limita en exceso, puede suponer un problema para nuestra salud psicológica.
Una persona que piensa en ella, en todas y cada una de las decisiones que toma NO es una persona egoísta. Preocuparnos por nosotras y tomar decisiones en concordancia con lo que queremos es saludable para mantener un equilibrio. Sin embargo, esto se vuelve un problema cuando:
En última instancia, cuidar de una misma y mantener un ego saludable no es egoísmo, sino una necesidad para vivir una vida equilibrada y satisfactoria. El ego debe ser un aliado en nuestro camino hacia el crecimiento y la autorrealización, no un obstáculo que nos impida conectarnos con lxs demás y encontrar la felicidad en nuestras vidas.
Si te encuentras luchando con cuestiones relacionadas con tu ego, autoestima o relaciones interpersonales, te animo a considerar agendar una sesión de psicología. Una terapeuta puede proporcionarte el apoyo y las herramientas necesarias para comprender y abordar estas preocupaciones de manera efectiva. La terapia es un espacio seguro para explorar tus pensamientos, emociones y patrones de comportamiento, y puede ayudarte a desarrollar una relación más saludable contigo misma y con lxs demás.
No dudes en contactarnos si sientes que podrías beneficiarte de una terapia. Tu bienestar emocional es importante, y buscar ayuda es un paso valiente hacia el crecimiento personal y el equilibrio mental. ¡No estás sola en este proceso de autodescubrimiento y crecimiento!
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