Las mujeres nos enfrentamos a una combinación particular de factores: hormonas, biología, ambiente, sociedad y personalidad. Todo esto influye en cómo se ve y sentimos nuestro cuerpo.
La relación con el cuerpo es probablemente una de las más complicadas e importantes que tenemos las personas. El cómo pensamos sobre nuestro cuerpo tiene un impacto físico, de la misma forma que el cómo te sientes físicamente impacta cómo piensas y tus emociones. Hoy me enfocaré particularmente en la relación de las mujeres con su cuerpo, pero esto no significa que no es un tema que acaba tocando la vida de todas las personas.
Las mujeres nos enfrentamos a una combinación particular de factores: hormonas, biología, ambiente, sociedad y personalidad. La interacción de las hormonas femeninas con nuestra biología hace que nuestros ciclos sean más largos (28 días, a diferencia del ciclo hormonal masculino que es de 24 horas), lo cual lleva varias etapas de estados físicos. Al mismo tiempo, esos estados físicos influyen en nuestras emociones entonces hay días en los que estamos más sensibles, otros en los que estamos más cansadas. Todo esto influye en cómo se ve y sentimos nuestro cuerpo.
En cuanto a ambiente y sociedad, hay un flujo de información y expectativas que constantemente nos rodean, intentando dictar cómo se “debería” de ver nuestro cuerpo y cómo “deberíamos” sentirnos al respecto. Además, una de las formas más comunes de interacción social es el comentar sobre el cuerpo de las personas: “Te ves muy flaca”, “Oye ya engordaste, ¿todo bien?”, “¿te vas a comer otro postre?”. ¿Quién no ha ido a una reunión familiar y que haya algún comentario del estilo?
Además, cada quien tiene una historia individual. La historia que nos lleva a ser quien somos. Nuestras experiencias sumadas a nuestro temperamento (digámosle la predisposición de personalidad con la que nacemos, si somos más o menos tolerantes a la frustración, más relajadas, etc) forma nuestra personalidad. Y nuestra personalidad también influye en nuestra relación corporal.
Todos estos factores afectan el cómo nos sentimos con nuestro cuerpo, qué tan ajeno a nosotras mismas lo experimentamos y por lo tanto, cómo nos aproximamos a nuestro bienestar tanto físico como emocional.
A continuación te dejaré algunos consejos que te pueden ayudar a entender mejor tu relación con el cuerpo y a escoger qué calidad de relación quieres que sea. La idea es poderte sentir más plenna, tanto física como emocionalmente.
Si quieres profundizar en tu relación con tu cuerpo desde un lugar amoroso y sin castigo, agenda tu primera sesión de psicología. Nuestras especialistas siempre buscarán ayudarte.
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