La alimentación intuitiva es un abordaje que te da herramientas y habilidades para aprender a comer de acuerdo a las señales fisiológicas de apetito de tu cuerpo. Sin embargo, existe la falsa creencia de que este enfoque se trata de comer todo lo que quieras todo el tiempo, sin ninguna consideración. En este blog te explicamos por qué eso no es cierto.
La forma en la que te relacionas con tu cuerpo y con la comida es súper importante, y la sociedad es un factor sumamente relevante en la concepción de qué “está bien” y “mal” cuando se trata de la imagen corporal. Una solución amable y sensible para cambiar esta relación es la alimentación intuitiva.
La alimentación intuitiva es un abordaje que te da herramientas y habilidades para aprender a comer de acuerdo a las señales fisiológicas de apetito de tu cuerpo. Es un enfoque desarrollado por dietistas que ha demostrado que ayuda a mejorar la apreciación y la satisfacción del cuerpo, la sintonía con las señales de hambre y saciedad, mayor flexibilidad psicológica, autoestima y optimismo. Además ayuda a mejorar marcadores fisiológicos de salud como el control de la glucosa en sangre, el colesterol y la presión arterial, así como reducir los ciclo viciosos de restricción-atracón.
Una alimentación intuitiva es necesaria para re-conectar con la capacidad natural de regular nuestra alimentación desde el cuerpo en lugar de la mente. La mayoría de nosotrxs hemos estado en algún tipo de dieta, incluso cuando no estamos en una dieta “oficial” todxs en algún punto nos hemos encontrado evitando alimentos que realmente disfrutamos o restringiendo nuestra ingesta aunque no nos sintamos saciadxs ni satisfechxs. Estas conductas llevan a ciclos de restricción y atracones, nos lleva a sentirnos ansiosxs por comer en situaciones sociales o cerca de ciertos alimentos. Pasamos mucho tiempo pensando en cada elección de alimentos o preocupándonos si tenemos que “compensar” ese pastel con horas en el gimnasio, castigando nuestros cuerpos con ejercicios que realmente no disfrutamos. Nos estresamos por nuestro cuerpo y tratamos de manipularlo para que sea más pequeño de lo que debe ser por cumplir un concepto de “cuerpo ideal”. Toda esta situación ocupa mucho de nuestra capacidad intelectual y tiempo, quedándonos poco para pensar y aprovechar lo realmente importante para nosotrxs, y todo por insistir que la alimentación es responsabilidad de la mente cuando es algo que dirige el cuerpo.
¡No! Darte permiso incondicional para comer todos los alimentos resultará en un patrón de alimentación equilibrado. De hecho, los estudios muestran que lxs comedorxs intuitivxs consumen una variedad más amplia de alimentos, incluso de frutas y verduras.
La alimentación intuitiva no es sólo comer lo que quieras, cuando quieras, sin tener en cuenta nada más. Se trata de comer de una manera que sea satisfactoria pero también nutritiva como un acto de cuidado personal. Sin embargo, antes de que la nutrición entre en escena, se deben curar los sentimientos de privación, lo que puede llevar más o menos tiempo dependiendo de la persona. Es normal que al principio sientas que los alimentos “prohibidos” los consumas más porque es emocionante y liberador, pero una vez que desaparezca la sensación de privación y normalices poder incluir estos alimentos en tu vida, vas a disfrutar de estos alimentos de una manera más balanceada. Esto no significa que vayas a preferir el brócoli en lugar de unas papas a la francesa, pero las papas comenzarán a perder su poder sobre ti y podrás tomar la decisión en función de lo que tu cuerpo necesita y quiere en paz, sin presiones, sin culpa.
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