Ginecología
October 4, 2024

¿Cómo debe ser mi flujo vaginal?

El flujo vaginal es la secreción que sale de la vagina. La cantidad y las características del flujo vaginal pueden variar de persona a persona, así como también podrá ser diferente acorde al estado de la salud de la vagina, modificando la consistencia, el color y el olor.

¿Cómo debe ser mi flujo vaginal?

El flujo vaginal es la secreción que sale de la vagina. Es normal que todas las vaginas tengan flujo y sean húmedas; esto nos permite no tener resequedad ni alguna otra incomodidad. La cantidad y las características del flujo vaginal pueden variar de persona a persona, así como también podrá ser diferente acorde al estado de la salud de la vagina, modificando la consistencia, el color y el olor. Por otro lado, será diferente acorde al momento de nuestro ciclo menstrual y la lubricación vaginal generada con la excitación sexual. Para poder saber si el flujo es normal, es importante conocer nuestro cuerpo para poder identificar cambios en el mismo. 

El flujo vaginal se compone principalmente del fluido o moco cervical. La producción de este es regulado por los niveles de estrógenos y producido por las células del cuello uterino; esta producción va cambiando a lo largo del ciclo menstrual con el fin de poder facilitar el paso de los espermatozoides del cuello a la cavidad uterina en el momento adecuado del ciclo y poder lograr un embarazo. Este fluido cervical también protege a los espermatozoides del ambiente ácido de la vagina y contiene anticuerpos que evitan el crecimiento de bacterias y virus. 

¿Cómo cambia mi flujo durante el ciclo menstrual?

Durante la menstruación, los niveles de estrógenos son muy bajos y no se produce mucho flujo cervical por lo que únicamente notamos el sangrado de la menstruación. Días después de la misma, mientras el cuerpo está preparándose para la ovulación, el flujo generalmente también es ausente o muy escaso. 

Cuando los estrógenos aumentan, acercándonos a la ovulación, el cuello uterino produce más flujo cervical. Este flujo puede ser espeso o pegajoso, cremoso y con color ligeramente blanquecino. 

Conforme se acerca la ovulación el flujo se vuelve más abundante y mucho menos espeso y menos pegajoso, hasta volverse más elástico y claro con el pico del estrógeno, aquí es cuando se presenta la ovulación. Al término, se vuelve a sentir pegajoso o viscoso, opaco y vuelve a disminuir en cantidad. 

Es por esto que es importante siempre valorar la consistencia y el color, la cantidad de secreción y el olor. La secreción vaginal es normal cuando tiene una consistencia pegajosa o húmeda, transparente o ligeramente blanquecina, no grumosa e inodora. 

La vagina tiene un pH ácido que se mantiene gracias a los lactobacilos, las bacterias buenas que viven en la vagina y que nos defienden de infecciones. Estas pueden generar un olor parecido al suero o al yogur. No deben oler mal. La cantidad es normal si va de los 2 a los 5 ml, aproximadamente como 3 cucharadas. Es importante saber también que este flujo en ocasiones se puede traspasar a la ropa interior, donde se verá blanco, transparente o ligeramente amarillento. Por otro lado, puede cambiar la coloración de la ropa por el pH ácido que tiene. 

Recuerda siempre estar atenta de las secreciones vaginales para poder identificarlas y tratarlas a tiempo. Si notas un cambio en tus secreciones vaginales, agenda una consulta ginecológica para que podamos ver de qué se trata.

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