Inclusión social a la discapacidad - Psicología CDMX y México
La inclusión social es algo que siempre debemos impulsar, aunque no siempre sepamos cómo. Las discapacidades pueden ser visibles, como una persona que usa silla de ruedas, o no visibles, como una persona con diagnóstico del espectro autista. Todas merecen respeto y dignidad.
Cuando nos encontramos con alguna persona con alguna discapacidad visible, puede que no sepamos cómo actuar o si ayudar o no, y esto nos puede generar incertidumbre. Hoy vamos a hablar de la discapacidad para que sepas cómo generar mayor inclusión social.
Una discapacidad produce limitaciones para poder realizar actividades consideradas regulares, estas pueden ser temporales o permanentes, pueden ser visibles o no.
Por ejemplo, no podemos reconocer a una persona con discapacidad auditiva a simple vista, o a alguien con diagnóstico del espectro autista hasta que interactuemos con ella y demuestre estas limitantes. Sin embargo, a pesar de tener cualquier tipo de discapacidad, es muy importante recordar que estas personas también merecen participación en roles y actividades de la vida que son socialmente previstos, como ser estudiante, amiga, esposa o trabajadora. Al mismo tiempo, debemos hacer lo posible para garantizar que puedan realizar actividades sociales como utilizar transporte público, acceder a espacios privados y disfrutar de otras actividades como las y los ciudadanos que son.
Ninguna de nosotras está exenta a presentar alguna discapacidad en algún momento de nuestras vidas, y generar un ambiente y cultura de inclusión es nuestra responsabilidad como personas.
¿Cómo genero un ambiente de inclusión?
Infórmate. Saber acerca de lo que conlleva algún tipo de discapacidad: física, intelectual, sensorial, mental, o motriz, es esencial para poder identificar la manera en la que puedo cambiar el ambiente para que la persona se sienta cómoda e incluida.
No se trata de hacer las cosas por ellos, sino de adecuar el ambiente para que ellos puedan ser funcionales y tan independientes como puedan.
Recuerda que todos en algún momento necesitamos de cuidados o atención especial, así que puedes acercarte desde una postura para entender y no para juzgar y así lograr una sociedad más inclusiva.
Si no sabes cómo actuar o responder, pregunta. A veces nos sentimos intimidadas o asustadas porque no queremos ofender a la persona, pero al no saber cómo actuar, puede que cometamos errores. Mientras te acerques de una manera empática y buscando aprender, las personas tienden a responder de buena manera y te orientarán sobre cómo interactuar con ellas o con personas cercanas. Si por algo, la persona no se siente dispuesta a enseñarte, tampoco te lo tomes a mal, no es su deber educarte y tienes muchos otros recursos donde puedes aprender. No tienes que saberlo todo, ya que tú no creciste con esa realidad, pero tampoco podemos ignorar las realidades de los otros simplemente porque no nos atraviesan.
