La vaginitis atrófica, común en la menopausia, adelgaza y seca los tejidos vaginales, causando incomodidad. Sigue leyendo para aprender más.
La vaginitis atrófica es una afección en la que los tejidos que revisten la vagina se adelgazan, secan e inflaman. Esta afección es más frecuente en las mujeres que se encuentran en la perimenopausia y menopausia, aproximadamente entre 45 y 55 años.
Durante la perimenopausia y menopausia la función ovárica disminuye o cesa su actividad y, por tanto, la producción de estrógenos se reduce. La pared vaginal se adelgaza y pierde elasticidad. Además, debido a la pérdida de la flora vaginal, se producen variaciones en el pH, se alcaliniza, y las glándulas vaginales se contraen reduciéndose la lubricación vaginal, lo que ocasiona sequedad.
La vaginitis atrófica tiende a empeorar con el tiempo a medida que el nivel de estrógeno desciende.
Determinadas afecciones o situaciones también pueden reducir el nivel de estrógeno de una mujer, por ejemplo: la toma medicamentos que detienen la producción de estrógeno, ausencia quirúrgica de ovarios, tratamientos contra el cáncer mediante radiación o medicamentos (quimioterapia), el puerperio, la lactancia, fumar, entre otros .
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas. Puede incluir:
Los estrógenos a dosis altas son administrados de modo sistémico, por lo que pueden producir efectos secundarios. Debido a ello solo se aconseja en mujeres muy sintomáticas y en casos de sequedad vaginal asociada a otros síntomas de la menopausia.
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